Los retinoides son una forma tópica de vitamina A que se encuentra entre los compuestos antienvejecimiento más utilizados y estudiados. Después de décadas de investigación, se ha demostrado que el retinol es beneficios para la piel y que los retinoidos son efectivos para el tratar las líneas finas y las arrugas, así como el acné.
Líneas finas y arrugas
A medida que se envejece, la renovación celular de la piel se ralentiza. La piel produce menos colágeno, se degrada más rápidamente y la piel se vuelve más delgada.
Estos cambios conducen a una textura más apagada y las arrugas familiares que asociamos con el envejecimiento de la piel.
Un estudio aleatorio publicado en Archives of Dermatology encontró que la loción de retinol aumenta la producción de colágeno y la retención de humedad. Esto mejora la apariencia de las arrugas finas causadas por el envejecimiento natural.
Otra investigación ha encontrado que los retinoides promueven una renovación celular más rápida y el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos, para un brillo más saludable y juvenil.
Asimismo, reduce la aparición de manchas oscuras y suaviza las zonas ásperas para una piel más suave.
Un estudio publicado en el Journal of Cosmetic Dermatology encontró que tanto el ácido retinoico recetado como el retinol sin receta aumentaron el grosor epidérmico después de cuatro semanas de uso. Ambos también promovieron la producción de colágeno y redujeron la aparición de arrugas.
Acné
Es importante destacar que el primer retinoide se probó como un tratamiento para el acné en 1971. Años más tarde se descubrieron sus beneficios antienvejecimiento.
Un retinoide controla varios factores que pueden causar acné, incluida la producción de aceite y la inflamación.
Previene futuros brotes al evitar que las células muertas de la piel obstruyan los poros.
Cómo usar retinoides
El uso correcto es clave para obtener los mejores resultados.
Siempre es imprescindible lavar y tonificar bien la piel primero. Aplicar una cantidad del producto del tamaño de un guisante en los dedos y masajear suavemente en la cara, evitando el contorno de los ojos.
Para reducir el riesgo de irritación, solo se debe utilizar 1 o 2 veces por semana al principio y aumentar gradualmente el uso a medida que la piel se vaya adaptando.
Cuando se compren cremas con retinoides, es importante buscar envases opacos para bloquear la luz ultravioleta y preservar la calidad del producto.
Por lo general, se necesitan de 3 a 6 meses de uso constante para que la mayoría de las personas vean mejoras en la piel, y de 6 a 12 meses para que aparezcan los mejores resultados.
Posibles efectos secundarios
Los retinoides pueden producir sequedad, enrojecimiento y descamación, así como una mayor sensibilidad a la luz solar.
La sensibilidad a la luz solar puede minimizarse usando el producto por la noche y lavándose la cara por la mañana. Estos efectos secundarios habitualmente desaparecen a medida que la piel se va acostumbrando al producto.
Para reducir el riesgo de irritación, es importante utilizar los retinoides gradualmente. Aplicarlos solo 1-2 veces por semana al principio, y luego en días alternos. La combinación de retinoides con un humectante suave también puede reducir la irritación.
Debido a que un retinoide puede aumentar la sensibilidad a la luz ultravioleta, muchos dermatólogos recomiendan aplicarlo por la noche antes de acostarse.
Además, es imprescindible utilizar siempre un protector solar con filtros minerales durante el día para reducir el riesgo de cáncer de piel y otras formas de daño solar.
Nunca se debe usar más de la cantidad recomendada ni aplicarlo con más frecuencia de lo indicado ya que en vez de conseguir resultados más rápidamente, se podría dañar la piel y provocar sequedad extrema e irritación.